Agosto 25 – jueves – 1:34 AM.
Ya la cosa esta un poco más
incomoda de lo normal, en efecto es tan abrumador que me toco llevar un
registro mediocre de las cosas, porque personalmente no creo que tenga una
verdadera constancia para esto.
Ya estoy bastante cansado, en
definitiva dormir se vuelve necesario en algún punto, lo cierto es que el cuerpo
necesita lo que necesita. Lo que yo necesito es descansar un poco, nunca he
dormido mucho, dicen que no todo el mundo necesita dormir lo mismo, algunos
ocho horas, otros cinco o seis, también estamos los que dormimos cuatro horas
cada noche, y abrimos los ojos antes del amanecer, así soy, no me ha parecido
nada extraño.
Sin embargo últimamente es cada vez
más difícil conciliar el sueño, la hora de dormir en las últimas semanas se me
ha convertido más en un deber que un placer, creo que lo hago por la simple
necesidad de completar el día que sigue. Dan más o menos las doce o una de la
mañana y ya siento que mi cuerpo y mi mente no dan más y empieza esa lucha con
la almohada, es cierto, me cuesta, intento relajarme, acomodarme, pero nada, de
repente me siento incomodo, casi como si estuviera en una cama ajena, es difícil
de explicar.
La cosa comienza así, apago todo,
oscuridad lo más completa posible, cobijas, no más frio y cierro mis ojos
intentando silenciar mi mente, así como esta de silente mi espacio, después de
treinta o cuarenta minutos sigo despierto y aun más cansado y es donde empieza
la parte mala, siento que no estoy en un lugar seguro, y mi cuerpo da vueltas
entre las sabanas, como buscando un rincón donde esconderse, y después de un
tiempo siento el sudor que corre por mi frente y por mi espalda, casi siento
que me observan, que me vigilan, pero no hay nadie más aquí, de eso estoy
seguro. Pasan las horas y llega un momento en el que mi cuerpo se rinde y mi
mente se cansa, en cuestión de una hora u hora y media suena el despertador y habrá
que dar comienzo a un nuevo día.
Esto ocurre una o dos veces por
semana, voy a continuar dándole seguimiento.
Septiembre 10 – sábado – 11:45 AM.
Un par de semanas desde la
primera nota, eso creo, ya los días pasan sin novedad, el mundo gira a mi alrededor
y ni siquiera me doy cuenta, todo parece tan lento, tan igual, ya casi no
diferencio entre una actividad y otra, en el día me he vuelto un simple autómata
que repite una tarea tras otra en una misma rutina todos los días, solo me
concentro para intentar diferenciar entre lunes o martes.
Ya todo me parece igual,
indiferente y las personas solo me preguntan ¿qué pasa? ¿estás bien? ¿por qué
tan ausente? Eso recuerdo que me lo dijeron. Yo no puedo darles una buena respuesta,
tampoco me importa, igual no podrían comprender, ellos duermen yo no.
Cada semana que pasa la cosa esta
peor, y incluso pierdo el interés por dormir, y por todo lo demás, siento que
llevo estas notas solo por pasar el tiempo, es lo mismo por lo que hago todo,
es mejor ver pasar las horas con algún movimiento, que solo mirar el techo y
esperar a que llegue la hora de dormir.
Las noches están peores y ocurre
con mayor frecuencia tres o cuatro veces en la semana cuando mínimo, estoy
seguro que hay algo fuera de lugar, las noches me ponen paranoico, siento que
me siguen en cuanto cae el sol, ya mi cama no es un refugio de confort.
Hoy creo que tomare algo.
Septiembre 11 – domingo – 2:05 PM.
El anestésico etílico cumple su
función, entre dormir y la inconsciencia existe diferencia, para mí en este
momento no es tanta, sin embargo, no es una respuesta a mi problema, hoy puedo
sentir que no voy a poder cerrar los ojos, linda forma de iniciar una semana.
Octubre 19 – miércoles – 3:17 AM.
En definitiva, de los peores
meses de mi vida y ahora me encuentro a mi mismo escribiendo una nota a altas
horas de la mañana en la soledad la oscuridad y el silencio, ya siento como si
no fuera yo mismo, casi veo mi propia vida en tercera persona, de día un ser
que se mueve por simple inercia, de noche un prisionero, atormentado.
Las últimas semanas ni siquiera
he querido escribir, me atormenta llegar a mi casa y ver esa cama donde no se
duerme, cuando cae el sol me siento perseguido, esto me obliga a recordar el
mes que paso o poco más desde la anotación pasada.
Cada vez las semanas se hicieron
más largas, pase de dormir uno dos días entre semana a solo dormir los fines de
semana, ya exhausto, duermo en el día pues la luz me brinda mayor seguridad, la
noche se me volvió tortuosa e interminable. Recientemente siento el peso de mis
ojos, todo el mundo me pregunta por las ojeras, dicen que tengo que relajarme,
soy irritable.
Llegan aproximadamente las doce o
doce y media, apago luces y entro en esa zona despreciable, donde no estoy
seguro si estoy despierto o simplemente evado la realidad, cada vez más siento
en la noche que en medio del frio que la caracteriza, todo es más caliente a mi
alrededor y no es un calor bueno, no es como la calidez y confort que debe
sentirse, siento como si estuviera acostado sobre una hornilla que se calienta
gradualmente hasta que se hace insoportable, cercano a una quemadura, quito las
cobijas y hay frio, intenso y me preocupa, porque no es la frialdad propia de
la noche, es algo más profundo más intenso, es anormal.
Sin embargo mis sentidos se han
agudizado de noche, ya la oscuridad no es absoluta, abro mis ojos, en realidad
parecen no cerrarse nunca, y logro ver más allá de lo normal ahora puedo
distinguir figuras cambiantes casi fantasmales en mi habitación, y los ruidos,
malditos ruidos, no solo el crujir típico de las casas, no los ruidos vienen de
lugares cercanos que no he podido identificar y me concentro, pero no lo logro,
es difícil describir, pero creo, estoy casi seguro que lo que escucho son
murmullos, ruidos confusos, casi imperceptibles como de personas hablando en
voz baja, y no sé qué dicen, esa es la peor parte solo puedo suponer, especular.
Trato de convencerme a mí mismo
que mi mente está cansada, que ya no percibo la realidad como es por la falta
de sueño, al final solo duermo dos veces en una semana, sin embargo estoy
alerta en las noches, esto parece real y tengo esa sensación, ese escozor
profundo en la nuca, como si me observaran fijamente a mis espaldas, lo siento
en este momento pero detrás mío solo hay una pared, me siento vigilado, es casi
como si una mirada penetrante estuviera postrada sobre mi desde adentro del
muro.
Necesito descansar, lo necesito
ya.
Noviembre 1 – martes – 4:00 AM.
Tengo que contarle esto a
alguien, tengo que desahogarme, escribo y mis manos tiemblan, siento las lágrimas
al borde de mis ojos, me duele la cabeza y esa sensación en la nuca, no pasa,
es más intensa, ya estoy al borde, ya casi me rindo. Me siento atado a mí
mismo, me siento atrapado a esta cama, a esta habitación, intento, tengo cosas
que hacer, tengo como pasar el tiempo, como cansar mi mente, pero no lo logro.
Pienso en que puedo hacer y saco
fuerzas para levantarme, ni siquiera quiero ir a prender la luz, es que lo
intento, en serio lo intento, pero no puedo moverme, me siento casi como
aprisionado a estas sabanas y sin fuerzas, ya no quiero seguir más, ya no
quiero intentar más, no hay porque hacerlo. Solo me jalo el pelo desesperado,
solo me hundo en la almohada casi que buscando la asfixia.
Noviembre 7 – martes – 2:34 AM.
Las noches ya no parecen oscuras,
veo más de lo que quiero ver, escucho más de lo que quiero. Me tocó buscar
ayuda en un par de días me recibirá en neurólogo en su consultorio, sigo escéptico,
yo creo que hay algo más, y este dolor en mi cabeza es cada vez más profundo,
me confunde, no quiero que llegue la noche, quiero días largos, no me siento yo
mismo, me siento atrapado y quiero salir, quiero liberarme de esta tortura.
Noviembre 10 – jueves – 11:45 AM.
Vengo de consulta, el médico dijo que el insomnio es un
problema con varias causas, la principal higiene del sueño, eso quiere decir
que hay que prepararse de forma correcta para dormir, no tomar nada
estimulante, no tener frio y tener la suficiente oscuridad, tiene sentido. La segunda
causa puede ser fisiológica dijo, hay que descartar lo primero y luego hacer exámenes,
es un problema pues la arreglan las pastillas, únicamente fuertes narcóticos,
pero podría dejar de lado mi habilidad para natural para dormir, la cual dudo
que persista, sin embargo es lindo pensar que aun se puede. También existe la
posibilidad que sea un problema emocional, eso me preocupa, eso sí es difícil de
reparar. Tengo que intentar eso de la higiene del sueño y esperar lo mejor,
pero no me convence.
Noviembre 11 –
viernes – 8:00 AM.
Hace mucho no lloraba, había sentido las lagrimas acercarse
al borde de mis ojos pero no había llorado, y nunca, nunca en mi vida había llorado
así, llore por miedo, por desesperación, por terror del más puro, no podía respirar,
me ahogaba en mis propias lagrimas, el llanto desesperado y desagarrado, pero
casi silencioso, fue lo peor, lo peor, ahora si no vuelvo a dormir, ahora si
esto está más allá de lo que yo conozco.
Seguí los consejos del médico al pie de la letra, lo juro,
casi como un ritual dogmatico, en cuanto me sentí cansado me prepare y deje
todo en oscuridad, lo más oscuro que pude, silencio y la cama lista, cómoda y
caliente. Me acosté, trate de respirar hondo y despacio, relajar la mente,
olvidarme de todo, con esperanza en terminar esta cosa y dejarlo como un simple
mal episodio en la serie, pero estaba muy equivocado.
Paso una hora, nada de nada, y note que ya nada estaba tan
oscuro como antes, sentí la necesidad de moverme cambiar de lado, el cuerpo lo tenía
dormido, la mente no. Sentí la necesidad de mirar el reloj, en mi teléfono celular,
12: 43 AM, bueno hay que seguir intentando.
Estas sabanas pesan, estoy seguro, las siento pesadas como
si fueran más, más densas, me molestan y no puedo dejar de moverme dentro de
ellas, pero me cuesta trabajo, no parecen sabanas, no parecen cobijas, parecen
otra cosa, son muy pesadas y siento que intentan amarrarme, que intentan
restringirme, como si evitaran que saliera de esa cama.
Estaba quieto, muy quieto, las sabanas me dejaron cansado y
ese sonido horrible destruyo el silencio, era el tono del celular, sonó como un
grito desde el fondo de la tierra, me altere mucho, quede frio, paralizado,
pero en segundos supe que era mi teléfono y lo levante, 2:00 AM, un mensaje de
texto, remitente; número de desconocido, contenido, nada, nada de nada solamente
un punto solitario y ya, era un mensaje vacio, algún ebrio marco mal pensé,
pero ya en esta noche están pasando muchas cosas y no me gusta para nada, no me
gusto para nada.
Ya cansado, el cuerpo exhausto, estas sabanas cada vez pesan
más y empieza ese calor ese calor desde el centro de mi cama hacia afuera, y el
sudor, frio, diferente y mi cuerpo quieto aplastado, casi como atado a esta cámara,
ya no puedo respirar de forma suave y esta noche sin oscuridad total veo
figuras a mi alrededor, cosas que no identifico, formas que no puedo encuadrar
en lo que he conocido hasta ahora, ya no aguanto, las lagrimas me salen por
montones y caen en mi almohada, el llanto esta ahogado no me sale de la garganta
quisiera gritar! No puedo, simplemente no puedo y se me cierran los puños, me
duelen las manos y mi cabeza, esta por explotar, solo puedo escuchar el
rechinar de mis dientes y mi respiración fuerte y entrecortada por mi llanto.
Y entonces ocurrió.
Gire mi cuerpo sobre el costado izquierdo, mirando hacia a
la ventana, calme mis lagrimas, respire hondo, no más, hay que calmarse. Y lo
siento, las sabanas pesadas aprietan m cuerpo contra el colchón, completamente
recto no me puedo mover, mi espalda queda descubierta, comienzo a respirar muy rápido,
tan rápido y fuerte, nunca lo había hecho, no lo puedo controlar, intento
moverme, intento calmarme, uso toda mi fuerza, gotas de sudor frio caen por mi
frente, puedo sentirlas, heladas como el hielo.
Y lo siento en mi espalda, respiro cada vez más fuerte y más
rápido, siento miles de puntos presionando en mi espalda, son como docenas de
dedos delgados y largo puyando mi espalda muy rápido y muy fuerte, no paran, y
duele, duele mucho, y entonces fue, en mi oído derecho lo pude escuchar, comenzó
como un fuerte zumbido agudo y en cuestión de nada se convirtió en unas risas,
carcajadas agudas y no paran, se burlan de mi.
¿Por qué pasa esto?
No se detiene, no termina, intento gritar, pedir ayuda y los
gritos se quedan en la base de mi garganta, no salen y lo intento, me ahogo,
dejo de respirar y cada vez suena más fuerte esa horrible risa, y yo solo
intento forzar mi salida, escapar, huir de este castigo.
De repente termino y solo hubo silencio, calculo que esto no
duro más de un par de minutos, pero yo lo sentí interminable, pude reunir el
valor para moverme tal vez unos treinta o cuarenta minutos después, y me senté
en una esquina, a vigilar mi cuarto y saber que me observa desde adentro de la
pared.
Después de esa noche no quiero volver a dormir, vi el
amanecer desde aquel rincón, todo dejo de parecer tan amenazante, intento
racionalizar lo que me ocurrió, pero no puedo.
Nunca más, no más.
R. Saldarriaga.