martes, 16 de agosto de 2011

Cotidiano

Esclavos

Fluir, lento transcurrir del tiempo
constante y sin modificación,
paso a paso por los escalones
todo gris, todo igual, simple.

Puerta tras puerta,
números y letras idénticos y diferentes.
Estrecho y largo, sin fin.

Oficinas y papeles, ordenados,
todo listo, todo limpio, todo igual.
Nada, no hay vida,
no hay emoción.


Día

Abrir los ojos, despertar y sentir
luz blanca, limpia y fuerte.
Sentir el calor, respirar, vivir.

Suave golpear, rápido roce,
es el viento, viajero,
errante acompañante,
intrépido interviniente.

Gente, por montones
en cada esquina.
Se mueven, cientos de pasos,
cientos de respiros, miles de jadeos.

Movimiento, vida
rápido y sin parar.
Termina en penumbra,
oscuridad en la luz, muere.


Noche

Frio y soledad,
hay vida, huele a muerte.
Silencio quebrado por los extraños.

Locos habitantes,
noche compañera,
somos adictos, amantes.

Es indiferente, sirve de disfraz,
cada ser es lo que quiere,
nadie quiere ser lo que es.

Oculta, hogar de sombras y misterios
el bien y mal desaparecen,
relativa, dulce,
sin embargo, indiferente.

Única y fiel,
no traiciona, no comparte,
simple y sincera acompañante,
cómplice, nunca juez.

Enigma y misterio,
nada es lo que es.
Termina en penumbra,
luz en la oscuridad.


Lluvia

Dulce canción, entre agua y viento,
golpes  de mil combates en un segundo,
unidas, vida y destrucción.

Clamor del cielo,
quejas o bendiciones en caída libre,
sentir el roce y el frio.

Toca el cielo y el suelo
en un segundo tiembla el mundo.
Bipolar, fría y seductora.


R. Saldarriaga